jueves, 29 de julio de 2010
Nota en El Observador Cultural
Los avatares del Puerto de la Música
Esta edición de El Observador Cultural estará dedicada íntegramente al análisis de los procesos que caracterizaron el desarrollo de la infraestructura cultural y sus avatares.
Curiosamente, Centros Culturales que ostentan la mayor jerarquía en el mundo y nuestro país, todos en funcionamiento y receptores de los mayores elogios, han debido soportar durante su construcción interminables listas de objeciones, críticas, olvidos y hasta largas y poco explicables interrupciones.
Nos acompañarán en este esfuerzo grandes gestores culturales de la historia que vendrán a traernos tranquilidad y soporte para nuestras ansiedades: Sí, con el tiempo, los avatares se convierten sólo en anécdota.
En primer lugar aparece Mariano Moreno. La Biblioteca Pública de Buenos Aires —antecesora directa de la Biblioteca Nacional — fue creada por decreto de la Primera Junta, el 13 de septiembre de 1810. Moreno pensaba que “entre sus tareas estaba la de constituir modos públicos de acceso a la ilustración, visto esto como requisito ineludible para el cambio social profundo”. “Precisamente, el actual edificio de la Biblioteca, fue objeto de una prolongada empresa arquitectónica que abarcó desde la concepción de la necesidad de un nuevo edificio en 1960, cuando la ley 12.351 destina tres hectáreas para su construcción, hasta su inauguración, recién en 1993 ”. (Web oficial)
Más cercano es el caso del Ingeniero - Arquitecto Ángel Guido, responsable nada más y nada menos que de la construcción del Monumento Nacional a la Bandera. Esta obra, luego de más de cuarenta años de intentos frustrados, vio la luz cuando Guido y Bustillo ganan el concurso respectivo en 1943 (Bustillo luego no continuó). Su construcción es obra de los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón, tiempos durante los cuales Guido debió sortear no pocos inconvenientes. La lamentable irrupción de la Revolución Libertadora interrumpiendo el orden institucional en Argentina le impidió a Perón inaugurar el monumento. La obra fue inaugurada finalmente el 20 de Junio de 1957.
Corría el año 1959, y por decisión del estado de Nueva Gales del Sur en Australia, el joven arquitecto danés Bjorn Utzon comenzaba la construcción de la Casa de la Opera de Sydney. Actualmente Patrimonio de la Humanidad, esta construcción expresionista de diseño radical e innovador, constituyó uno de los edificios más famosos y distintivos del siglo XX.
Las líneas bocetadas por Utzon no sólo implicaron enormes dificultades para la ingeniería de la época, sino que demandaron mayores tiempos y presupuestos. Aun con esas dificultades, propias de todo gran emprendimiento, el proyecto avanzó sin pausa gracias al apoyo del primer ministro Joseph Cahill. Pero desafortunadamente, cuando las dos primeras etapas de la obra estaban concluidas (podio superior y bóvedas externas), y sólo restaban el diseño y la construcción de los interiores, cambió el gobierno estadual y la “nueva” política conservadora avanzó sobre Utzon, quien debió abandonar el proyecto y la historia hizo que nunca pudiera verlo consumado.
En ese punto, Utzon necesitaba 18 meses y llevaba gastado 22 millones de dólares. El nuevo staff demandó siete años más y el presupuesto fue de 102 millones.
Por último, nuestro invitado de honor: Oscar Niemeyer.
Este notable arquitecto brasileño acaba de inaugurar un auditorio que lleva su nombre en Portobello (Italia) luego de diez largos años de trabajos, no tanto por su costo, sino por las polémicas, denuncias y recursos judiciales que debió soportar. Próximamente, en Enero de 2011, Niemeyer inaugurará el Centro Cultural Internacional Niemeyer en el Principado de Asturias (España). Finalmente, Niermayer puso su firma al proyecto del Puerto de la Música que se construirá en Rosario, muy cerca del Monumento Nacional a la Bandera, a la vera del Río Paraná.
Ciertamente, ante la inexistencia de iniciativas e inversiones que apunten al mediano y largo plazo provenientes de las Políticas Culturales, donde todo el esfuerzo parece estar apuntado a lo efímero e inmediato, la iniciativa del Puerto de la Música debería observarse como un bálsamo de sensatez y racionalidad. Sin embargo para algunas voces, sólo para algunas, todo parece ser producto de un gran error.
Según datos del Sistema de Información Cultural de la Argentina (SINCA), órgano dependiente del gobierno nacional, el PBI cultural creció al triple del promedio de la economía desde 2002 representando el 3,24% del PBI nacional, más que la minería y la pesca, y la mitad de la industria de la construcción. En esta lógica, el Puerto de la Música no será el fin de una zona portuaria, sino que implicará una sustantiva inversión pública para transformar esa zona en un Puerto “Nuevo” por el que circularán bienes y servicios culturales, abastecedores de uno de los sectores más dinámicos de la economía: la CULTURA.
En ese contexto, Rosario se subirá al escenario de las ciudades del mundo que creen en el progreso a partir del desarrollo de las potencialidades culturales de sus ciudadanos. No estaremos (los que creemos en ese proceso), exentos de sufrir los mismos avatares de los casos antes mencionados, pero nos acompañarán las musas de Marianos Moreno, Héctor Guido, Bjorn Utzon, Oscar Niemeyer y muchos más, entre ellos, Ricardo Grau, visionario concejal de la ciudad impulsor de la construcción del Anfiteatro Municipal “Humberto de Nito” que también tuvo sus avatares, la Asociación Cultural EL CIRCULO que en 1943 salvó al Teatro La Opera (actual Teatro ELCIRCULO) de su demolición, o el notable y polémico arquitecto español Santiago Calatrava cuya creación: La ciudad de la Artes y las Ciencias de Valencia, fue largamente suspendida por obra de la mala política.
Si la historia se repite, los avatares serán el preanuncio de la realización cierta del Puerto de la Música.
Fuente: EL OBSERVADOR CULTURAL Editorial Newsletter 03
http://www.elobservadorcultural.blogspot.com/
lunes, 26 de julio de 2010
En homenaje a Mario Borgonovo
Publicado en diario La Capital (Rosario), 25-07-10
REFLEXIONES
Por Rafael Ielpi
Cada vez más, a medida que pasan los años y la realidad nos enfrenta impiadosamente con sus deslumbramientos y miserias, la posibilidad de la amistad se va convirtiendo no sólo en una necesidad sino en una razón de vida. Y mucho más cuando el amigo, el compañero, es capaz de mostrarse siempre igual ante los demás, sin máscaras ni falsedad, con sus virtudes y sus defectos a la vista, desnudando casi lo que es, entregando su afecto, regalando dones de alegría, recordándonos que se vive para ser solidarios.
Mario Borgonovo hizo de esa convicción su trayecto de vida, en una ciudad en la que su nombre se asoció a ámbitos aparentemente disímiles que su inteligencia hizo convivir en armonía. En la publicidad, continuando y acrecentando
—hasta detentar un prestigio que excedió el marco rosarino—, el legado paterno y materno, con una agencia que hizo de la creatividad y la transparencia un sello perdurable. En la música y la poesía, amores que lo acompañaban desde la juventud y a los que dedicó una parte de sus años y una fidelidad inclaudicable. Desde el Mario juvenil, capaz de animarse a cantar audazmente en cafés de la Europa de los 70, al Mario que grabó sus canciones junto a grandes músicos como Agri, Roizner, Lew, Roggero o al que cantando tangos emocionó a Mario Vargas Llosa, quien lo confesaría en uno de sus artículos de "El País" madrileño.
En el compromiso con la política, desde su convicción de radical a la serena objetividad de quien supo convivir con quienes no pensaban como él, y trabajar profesionalmente para ellos tanto como para aquellos con quienes se sentía ideológicamente identificado. Por eso lo despidieron, hace muy poco, hombres y mujeres de extracciones políticas opuestas y en muchos casos irreconciliables. En el quehacer empresario, avizorando la posibilidad de negocios que excedieran las fronteras del país y lo acercaron a España.
No mucho antes de su muerte, en estas mismas páginas de La Capital, Mario recordó —con humor y buena prosa— su participación decisiva en la que sería la última visita de Borges a Rosario. Aquella vez, por haber sido también partícipe de ese episodio, pude dimensionar su sincero interés por ayudar, generosamente, a que fueran posibles hechos culturales como ese en la ciudad. Aquella experiencia con Borges, se reiteraría después con gente también inolvidable como Osvaldo Soriano o el mexicano Óscar Chávez, el Negro Fontanarrosa, o el Menchi Sábat.
Tanto entusiasmo, tanta pasión, tanta entrega, lo fueron haciendo imprescindible y necesario: para la sana alegría de las noches donde se olvidan la rutina y donde asoman canciones y recuerdos; para el diálogo apasionado sobre un país y una ciudad a los que amaba; para el análisis de proyectos; para la búsqueda de ideas creativas que ayudaran a las necesidades de sus clientes; para emprendimientos que contribuyeran al desarrollo de la ciudad; para la risa y la tristeza compartidas, para el chichoneo del fútbol.
Los que estuvimos muy cerca suyo —más de 30 años en mi caso— podemos dar fe, con alegría, de todo eso. Su amor por sus hijas, su devoción por Inés, su madre, por Lucía, su lealtad por sus amigos, su profesionalidad que aunaba creatividad y resultados, su bonhomía, su sonrisa, su militancia por la esperanza y el futuro, su compromiso con la cultura, no se fueron con él. Aunque la ciudad haya perdido un poco de lo bueno de sí misma sin él.
Fuente: http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2010/7/edicion_633/contenidos/noticia_5318.html
sábado, 17 de julio de 2010
Mario Borgonovo
Sus restos serán inhumados hoy en el cementerio La Piedad a las 17 hs.
jueves, 15 de julio de 2010
Entrevista a Ministra González en El Protagonista
González: “Se comprende cada vez más el valor de la cultura”
“No son momentos fáciles en lo presupuestario, pero las obras avanzan”
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La doctora María de los Ángeles González, ministra de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe, en diálogo con EP, resaltó: “Se comprende cada vez más la importancia y el valor de la cultura y, si bien no son momentos fáciles desde lo presupuestario porque hay otras prioridades, las obras en el campo cultural avanzan y se concretan, como el Molino, la Redonda y, por supuesto, el Puerto de la Música en Rosario”.
EP ¿Cómo se inserta la cultura en este contexto nacional y provincial?
MAG: Es uno de los grandes debates que se suceden en la prensa y, en ese sentido, creo que es un momento especialmente interesante para la cultura; basta ver todos los actos del Bicentenario (de la Revolución de Mayo) que hemos tenido en la provincia de Santa Fe, pero también todo lo que ha pasado en la Nación.
“Ha cobrado suma importancia lo simbólico de la cultura”
“Ha cobrado suma importancia lo simbólico de la cultura, pero en un concepto donde ésta no sólo tiene que ver con los espectáculos, sino con nuestros símbolos, con nuestros valores y, también, con nuestra manera de comer, de hablar y de ser”.
“Cada vez más se comprende la importancia de la cultura”
“Se percibe y nos damos cuenta que cada vez más se comprende la importancia y el valor de la cultura, por lo menos en esta gestión del doctor (Hermes) Binner, aunque esto no quiere decir que sea fácil”.
“Se convirtió a la Secretaría de Cultura en un Ministerio”
“Se ha logrado un gran acuerdo entre los ministros y el propio gobernador y, por eso, se convirtió a la Secretaría de Cultura, que estaba en (en el Ministerio de) Educación, en el Ministerio de Innovación y Cultura dada la importancia del campo cultural”.
“El Molino será inaugurado en su mitad al final del año”
“No son momentos fáciles en lo presupuestario porque, obviamente, hay muchas prioridades, pero también destacamos el hecho que haya obras públicas avanzadas y a punto de inaugurarse, caso El Molino que a fin de año será inaugurado en su mitad”.
“La Redonda está muy bien arreglada y es maravillosa”
“Y, también, la maravillosa Redonda, que está muy bien arreglada y para la cual sólo falta que se instalen los baños y la luz, pero es impresionante el Parque Federal, al igual que algunas reparaciones patrimoniales de distintas Sociedades Italianas en diferentes localidades de la provincia”.
“Y, por supuesto, el Puerto de la Música en Rosario”
“Y, por supuesto, el Puerto de la Música en Rosario que, a pesar de todo el debate, se está licitando su hormigón. Todo esto y las obras del Bicentenario demuestran que Cultura es una de las grandes marcas de la gestión, pero sólo una, porque también hay hospitales, escuelas y edificios para la modernización del sistema judicial, tan importante las unas como las otras” cerró la entrevista con EP la ministra de Innovación y Cultura, María de los Ángeles González.
Fuente: Susana Goris
El Protagonista - 15-07-10
http://www.elprotagonistaweb.com.ar/index.php?go=v&id=4754
lunes, 12 de julio de 2010
Entrevista a la Ministra de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe
La provincia defiende el Puerto de la Música
Al igual que en otras oportunidades, la ministra de Innovación y Cultura de Santa Fe se refirió a la polémica desatada por la obra en Rosario.
10.07.2010 08:02 hs. · Autor: ALS · Fuente: Notife/Cuatro Puntos
La ministra de Innovación y Cultura, María de los Ángeles González estuvo en el programa Cuatro Puntos y fue consultada sobre la polémica desatada en torno al Puerto de la Música.
La funcionaria aclaró que defiende el proyecto desde la perspectiva cultural que tanto conoce. “Lo defiendo porque alguno tiene que hacer una obra del bicentenario para que quede, no por faraónicas sino por simbólicas”. Además apuntó que “en toda la provincia de Santa Fe y en Rosario es emblemática la música” y para ratificarlo recordó que en los festejos del Bicentenario en la 9 de Julio estuvieron varios artistas del sur provincial actuando.
González también consideró que “la música tiene grandes capacidades de aglutinar”.
También mereció un párrafo aparte el arquitecto a cargo del diseño del Puerto de la Música. “Hacer la obra con el más grande arquitecto vivo es muy importante” indicó sobre Nienmeyer.
Fuente: Portal NotiFe,
http://www.notife.com/noticia/articulo/1004529/La_provincia_defiende_el_Puerto_de_la_Musica_.html
lunes, 5 de julio de 2010
Muestra “Oscar Niemeyer – Un invento del tiempo”
La exposición “Oscar Niemeyer – Un invento del tiempo” es una forma de contar la trayectoria de Oscar Niemeyer. De contarla a partir de una mirada no sólo sobre sus principales obras arquitectónicas, en el Brasil y en el mundo, sino también sobre sus incursiones en la creación de mobiliario, su trabajo como editor de la revista “Módulo”, una de las primeras y más importantes publicaciones brasileñas de arquitectura, su obra literaria y artística.
La muestra exhibe dibujos de época, fotografías de sus obras arquitectónicas y reproducciones de croquis, pequeñas ediciones en video de detalles de obras específicas referidas a importantes momentos de su vida y de su carrera, lay-outs originales de libros y revistas creados por el arquitecto, además de videos de sus proyectos más recientes y declaraciones del mismo Niemeyer exclusivas para la muestra.
Se exponen también maquetas de sus últimos proyectos que aún no han sido llevados a cabo, una maqueta de parte de Brasilia, con los edificios ideados por él y una edición en video de imágenes de varios de los bosquejos ejecutados en la capital brasileña, desde los croquis hasta las obras acabadas, pasando por fotos de la construcción de la ciudad.
Fotografías de Marcel Gautherot y un panel de azulejos de Athos Bulcão ilustran la integración de la arquitectura de Niemeyer con el arte.
La muestra incluye tres maquetas elaboradas para que puedan ser tocadas por el público y también, de especial interés para los argentinos, la maqueta del “Puerto de la Música”, teatro proyectado por Niemeyer para la ciudad de Rosario.
Están todos invitados a recorrer la biografía y la magistral obra de Niemeyer. ¡Buen viaje!
Embajada del Brasil en la Argentina
Espacio Cultural
Lunes a viernes de 12 a 19 hs
Sábados de 11 a 16 hs
Arroyo 1142 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
http://www.brasil.org.ar/
domingo, 4 de julio de 2010
Columna de Horacio Vargas en Página/12
OPINION › ESCENAS
Auditorio, plaza y escuelas
"Lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer preferida". (Oscar Niemeyer)
La primera vez que escuché hablar del proyecto que entusiasmaba a Hermes Binner se lo llamaba Palacio de la Música -como el Palau en Barcelona , y estaría ubicado en el viejo edificio de la estación Central Córdoba, en 27 de Febrero y Alem. Pero surgió una alternativa superadora: el Puerto de la Música, la primera obra del célebre arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, en Rosario, en Argentina, en terrenos portuarios sobre el río Paraná, desde Pellegrini hasta Cerrito.
Un Puerto de la Música que esconde una maravilla, un teatro cubierto, con capacidad para 2.500 personas sentadas en plateas, con una suerte de gran ventanal para que miren y disfruten cerca de 30.000 personas desde una plaza central en el exterior, cuando se abra una de las paredes traseras del escenario.
Debajo del auditorio se construirá una escuela de música, pública y gratuita, como corresponde a un Estado que entiende a la música como un hecho creativo integrador, pero que además alentará el crecimiento de las industrias culturales de la región; que estimulará la interdisciplina artística. Un segundo edificio contará con auditorios para las muestras de los alumnos, salas de exposiciones y restaurantes. En el recinto, de seis hectáreas, habrá también un pequeño edificio, en la entrada, con oficinas administrativas.
* Dijo el maestro: "Al proyectar este teatro para Rosario, mi preocupación fue mantener dos soluciones arquitectónicas que vengo adoptando cuando se trata de un teatro. Primero, garantizar que el espectáculo no se limite sólo a los que están en la platea, sino que también alcance a los de afuera, veinte o treinta mil personas, pudiendo participar del mismo. Solución que debí haber adoptado mucho antes, garantizando al teatro otra importancia. La otra solución, que no me canso de repetir en todos mis proyectos, consiste en llevar al espectador directamente al foyer y a la sala de espectáculos, lo que evita obligarlo a una circulación más larga e innecesaria. El espectáculo no va a estar limitado a la platea, una multitud de personas podrá verlo desde afuera. Entonces será una función más humana, más inteligente. Más público, más personas van a poder participar. Los que estén afuera, detrás del escenario, verán el espectáculo. La idea es que la arquitectura, dentro de lo posible, llegue al pueblo".
* La primera vez que escuché hablar de él fue en los pasillos de una radio efeéme. Las voces eran laudatorias.
Ese tipo es un peso pesado, es el dueño de Terminal 6 explicó con cierta exageración el operador de turno de la radio, pero que objetivamente daba un dato clave: el hombre era parte clave del pool sojero que ya contaba con su puerto privado en el Gran Rosario.
Pablo Ferrés -el supuesto benefactor de aquella radio que ya no existe fue noticia luego de que una cronista de este diario le arrancara una confesión impactante: aunque llegó al directorio del Enapro como hombre del gobierno socialista, seguía pensando como un empresario de los grandes grupos económicos. Ferrés llegó al ente portuario a través del número dos del gobierno, Antonio Bonfatti, y hasta ahora nada hace suponer que deje el cargo. "El Puerto de la Música para Rosario es el equivalente a los tres hospitales de alta complejidad que estamos haciendo para cada uno de los Nodos, es como una especie de regalo de la provincia a la ciudad", dijo Bonfatti.
La ministra de Innovación y Cultura, Chiqui González suele decir cosas más sensatas: "El lugar está destinado a convertirse en un símbolo: la música es una de las grandes bases de nuestra cultura". Y que el vicepresidente de la Fundación Puerto de la Música, sea el secretario de Cultura de la provincia, Marcelo Romeu -un apasionado de la música con el que da gusto hablar con o sin traje de funcionario-, es una garantía sobre el porvenir del proyecto.
* Otros conceptos de gente que tiene una mirada interesante:
"He tomado conocimiento de la decisión de vuestro Gobierno de construir, en la ciudad de Rosario, el Puerto de la Música. Permítame, con estas breves líneas, expresar mi satisfacción y soporte a tamaña iniciativa que, descuento, engalanará a la ciudad de Rosario, enorgullecerá a la Provincia de Santa Fe y será representativa del acervo cultural de la República Argentina. Conozco esbozos del proyecto del insigne arquitecto Niemeyer. La integración de Auditorio, Plaza y Escuelas expresan por sí una concepción de la Cultura. Incluir la Cultura junto a las demás necesidades que, sin duda, tiene la sociedad, compone el permanente camino de la construcción democrática y la grandeza de los pueblos. Reciba la provincia de Santa Fe, mis mejores augurios para tal trascendente obra". Daniel Barenboim.
"Pensar la música en este país es pensar la historia misma cultural y política. De modo que hacer un edificio público, nada más y nada menos que diseñado por Oscar Niemeyer, que es uno de los arquitectos más importantes de Latinoamérica, sino el más importante, me parece absolutamente auspicioso. Me hace feliz que se llame a este lugar Puerto de la Música, que sea a la vera del gran río Paraná, y que sea un lugar público, que entren muchas personas para ver, escuchar, discutir y estudiar lo que nos merecemos los argentinos, que es nuestra propia historia cultural y en este caso musical". Liliana Herrero.
* En 2012 habrá otro Bicentenario para celebrar: la creación de la Bandera de Manuel Belgrano. Por entonces, Hermes Binner no será gobernador de Santa Fe. Pero su sucesor debería reservarle un lugar de privilegio en el palco oficial, capaz que por entonces el Puerto de la Música, el sueño de muchos, la obra cultural que proyectará nacional e internacionalmente a Rosario, comience a sonar a pesar de los hombres mediocres.
Fuente: Diario Página /12 (Rosario /12), 04/07/10, http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/22-24293-2010-07-04.html
Columna de Raúl Acosta en La Capital (Rosario)
Algodón y uvas verdes
Por Raúl Acosta
Hay una polémica y es necesario involucrarse. Tengo amigos peronistas que se oponen sin mesura. Otros amigos, que hoy son gobierno, militan abiertamente para la construcción, en Rosario, de una obra que, no hay dudas, cambiará el eje de la ciudad: el Puerto de la Música.
Por la costa del río, mas allá del Monumento y Canal 5, más allá de la zona franca boliviana (hoy por hoy un desperdicio) se decidió su construcción sobre terrenos que están si/no cedidos por un organismo de la Nación. La documental indicaría que si. La provincia tendría el dominio, desde 1994, sobre los terrenos en los cuales ha proyectado el Puerto de la Música. El Enapro (Ente Administrador del Puerto de Rosario) es/era la autoridad competente para autorizar la obra. La Municipalidad de Rosario, única autoridad competente en materia urbanística, dispuso la refuncionalización del área en cuestión mediante ordenanza Nº 8424/08.
Debía llamarse “Palacio de la Música”. Se llamará Puerto de la Música. Resabios del pudor del socialismo del siglo XIX.
La opción Puerto de la Música versus gasas y algodones en los hospitales no resiste al siglo XXI, pertenece a un pasado tramposo, abrumado con eso: falsas antinomias. El raciocinio suele burlarse de estos malos tratos. Si un animal político argumenta, con gasas y algodones, contra una construcción de cemento, no podrá alegar inocencia.
La ciudad/región Rosario adquirió una forma distinta de reconocerse a partir de Oriol Bohigas. Su obra, en mitad de una década con muchas calificaciones encontradas, marcó el comienzo de otra ciudad, más regional, con un plan a largo alcance en diversas cuestiones. El Parque de España, aún hoy un circuito cerrado y de capilla para ciertos eventos culturales, fue un mojón edilicio. Año: 1994. La ciudad comenzaba a mirar a su verdadero padre: el río Paraná. Disparador: Oriol Bohigas. El abrió la puerta al río. La gestión de Luis Rubeo (ley 24146/92, los terrenos, en el desguace nacional, son de las provincias, municipios y comunas, si estas quieren pasan a terceros) dio vía libre, en Rosario, a la cesión municipal a los privados. El otro argumento inamovible fue el Puente Rosario-Victoria. Comenzó a construirse en 1997. Rosario ya no es aquella de 1990, la que Usandizaga renunció a conducir.
La obra del Puerto de la Música costará unos 160 millones de pesos. El creador del diseño original se llama Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares Filho (Río de Janeiro, Brasil, 15 de diciembre de 1907). ¿Fijó la fecha de nacimiento?…1907. Niemeyer. Brasilia. Juscelino. Por la idea y anteproyecto no cobró un mango. El laburo posterior creo que si, que lo cobrará su estudio. Todos los arquitectos cobran buena plata. Sobre un total de inversiones, en obras públicas, cercano a 1.400 millones año 2010; el Puerto de la Música toma el 10%. Si se lo distribuye en 4 años será menor el porcentual. Estará terminado en 2014. Hasta “el cemento” habrá 70 palitos de inversión. Pero eso es plata. Nada más. ¿Estamos discutiendo por plata?
Cualquier ciudad cambia con una obra espectacular. Es un hijo para mostrar. No hay medio embarazo. No hay obra mañana o pasado mañana, alguna vez. Hay parto o aborto. Debe decidirse pronto el asunto.
La referencia más directa donde mirarse es la ciudad de Santa Fe. El Molino Fábrica Cultural, en la ciudad de Santa Fe, 1ª etapa: $14.400.000. Los gobernantes pasan, las obras quedan para la ciudad, para siempre.. A qué enojarse si la hace Juan o Pedro. No conozco, repito, no conozco políticos de la ciudad de Santa Fe que rechacen una obra para la ciudad. En Rosario si.
El otro argumento en oposición al Puerto de la Música es la actividad portuaria. Plantados sobre el mapa se caen los condimentos absurdos. La cantidad de toneladas que sale por los puertos fluviales santafesinos ha buscado su comodidad, su desarrollo, su negocio lejos del casco céntrico. Carga y descarga portuaria en el corazón de una zona de servicios, el centro de la ciudad, parece arcaico, obsoleto, impracticable. Relocalizar cuesta plata. Obvio. Diseña a 50 años. Más que obvio. Le va mejor al trazado de la ciudad un sitio musical que la estiba. Seguro.
La cifra de carga que sale, por el remanente portuario en la traza urbana, da risa. Resuelto el asunto del laburo, con los costos sobre la mesa, sospecho que no se terminaría la oposición.
Villa Hortensia como patrimonio histórico. Distrito Oeste diseño de Mario ”pirulo” Corea. Distrito Sur Alvaro Siza, portugués, uno de los popes del mundo. Distrito Noroeste arquitectos locales por concurso. Distrito Suroeste César Pelli ¿debo explicar quien es? Distrito Centro Laureano Forero (colombiano). ¡Todo para vestir de gala la descentralización de la administración! Eso es un plan.
Famosos que traen curiosos (estudiantes y turistas). Que Rosario tenga las firmas del mundo en su traza es bueno. Argumentar que no se debe construir con diseños de los capos del mundo es, culturalmente hablando, contranatural. Algunos políticos rosarinos, si fuesen cordobeses, matarían al cucú de Carlos Paz si lograsen, de este modo, frenar a los socialistas.
La oposición tiene salida. Oroño, Alberdi/Rondeau, Ovidio Lagos, calle Baigorria (ruta 34, salida de Ibarlucea) Ayacucho, Mendoza, Travesía. Autopìstas rengas y circunvalaciones con cráteres. Discutamos cómo resolver la traza indócil de una ciudad/región. Cómo salvar a los que quedan perdidos, desvalidos, desguarnecidos dentro de avenidas que los transportes no cruzan. O cruzan mal. Discutamos la ciudad/región, no un proyecto específico de un plan general.
Denunciemos el negocio inmobiliario (si hay tramoya, si no es legal) o regulémoslo dándole cabida a las urbanizaciones sociales. Cada hectárea recuperada, que se reciclará en valiosos m2 (el P. de la M. sumará 20.000 m2) es una ciudad creciendo. El puerto se fue/irá a sitios más convenientes para el desarrollo regional, donde llegarán los camiones sin alterar la vida cotidiana.
Para denunciar hay que trabajar, hay que investigar. No es laburo una declaración explosiva, es un petardo. Equipos de trabajo. Años. Ideas troncales . Un plan. Sobre 1950 Mongsfeld trazó un plan para la ciudad. Ya fue. No apareció otro. Los socialistas trajeron el suyo. El peronismo, tan nacional y popular, espacio al que muchos adscribimos, no tiene un dirigente de fuste que plantee estas cuestiones con un equipo de trabajo, una propuesta, un futuro posible. El peronismo de la región demuestra, con los argumentos presentados hasta hoy, en este debate por el Puerto de la Música, sus flacas entrañas. No pueden consultar a sus jefes extraterritoriales; estos ignoran, saben menos, les preocupa nada. Un papelón.
No se hace esta obra con algodones. El futuro no se encuentra en la oposición frontal al crecimiento urbano. Alternativas para mejorar la idea es el asunto. Frenar el Puerto de la Música no es mejorar. Es reproducir el conocido cuento de las uvas. No llegamos a manotearlas, entonces están verdes.
Fuente: diario La Capital (Rosario), 03/07/10, http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2010/7/edicion_611/contenidos/noticia_5262.html
viernes, 2 de julio de 2010
Artículo de Opinión en La Capital (Rosario)
Por una vez, pensar en grande
Por Juan Cánepa
Rosario es el arte y su condena…..
Lalo De Los Santos
1956-2001
Sí, estoy a favor del Puerto de la Música. ¿Cómo no estarlo? En una ciudad como la nuestra, que reconoce sólo a los que se van. En la que nunca más vemos a los genios que nacieron aquí y que, de vez en cuando, vienen a recoger las mieles de la admiración que los rosarinos sienten por ellos, los reconocidos en Buenos Aires. Pudimos convivir con Fontanarrosa, con Cristián Hernández Larguía y con un puñado más de artistas y creadores que se quedaron. La mayoría no pudo encontrar el camino en su casa y un día aparecieron en un cartel que rezaba “Son de aquí”, como una burla.
¿Qué pasa con nosotros? Un trovador espera infructuosamente que lo atienda un funcionario tirifilo que no sabe quién es ni mucho menos quién fue. El mismo trovador escucha atónito la cifra que por sus derechos de autor le asigna Sadaic. Espera un llamado oficial para cantar en un festival con entrada libre y gratuita y sabe que es eso o nada. Al final tirarán fuegos artificiales, ¡cómo no! Y el que los tira, el que los contrata y alguno más ganarán más que él. Sólo quedarán cenizas del estruendoso entretenimiento chino, pero todos aplaudirán. En algunas semanas el trovador cobrará su actuación y volverá a esperar que lo atiendan, como a tantos otros, en un vergonzoso metabolismo cultural que humilla a actores, pintores, escritores, músicos, escultores, animadores o a cualquier otro artista rosarino.
Y ahora, que por fin apareció la anunciada innovación, ¿no la entendemos?
¡Por favor, no discutan esto! El proyecto es el regalo de un genio y una obra de arte en sí mismo. La firma del arquitecto Oscar Niemeyer en una obra es un orgullo para mostrar al mundo. Lo que tenemos que decidir es qué vamos a hacer después.
Algo está claro: en Rosario no funcionan las industrias culturales. No aprovechamos el talento innegable de nuestra gente en la producción de bienes. Un plan de fomento de las industrias culturales tiene que tener como principal novedad la inclusión de nuevos sectores vinculados con la innovación y la creatividad, como son las industrias de contenidos digitales de ocio y audiovisual, los nuevos géneros creativos multimedia, el diseño, la moda y la arquitectura, que se suman a los sectores más tradicionales: el cine, las artes audiovisuales, la edición de libros, las artes escénicas, la pintura, la escultura, la fotografía y la música. En España, por ejemplo, representan el 4% del Producto Bruto y ocupan a 800.000 personas.
Se me dirá: ¿cuál es la relación con el Puerto de la Música? Ése debe ser el destino del proyecto. Producción de bienes exportables en todos los rubros, centro de estudio y perfeccionamiento, escenario abierto a la diversidad artística, salas de grabación de audio, televisión y cine, salas de ensayo con equipamiento permanente para registros audiovisuales de los conciertos y presentaciones. Todo lo que allí suceda será material inapreciable que saldrá al mundo a producir riqueza, prestigio y representatividad del alma de una ciudad, rica como ninguna, en creatividad artístico-cultural.
La obra de arte de Niemeyer debe ser realizada. Por el mismo motivo que alguna vez se construyó El Círculo, por el mismo que Héctor Astengo donó un teatro, por el ejemplo de los que hicieron el museo Castagnino, el Julio Marc y tantos otros. No entremos en falsas opciones. La pobreza nos duele a todos. Y yo sé bien de lo que hablo cuando lo digo. Es mi origen y formación. Es mentira la opción planteada para negar el valor fundamental de este emprendimiento.
Es política de Estado. No importa quién lo empieza ni quién lo inaugura. Pensemos en grande. Por una vez escuchemos para adentro y dejemos de mirar para afuera.
(*) Pianista, de barrio Azcuénaga
Fuente: Diario La Capital (de Rosario), 02/07/10, http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2010/07/02/noticia_0014.html