lunes, 28 de junio de 2010
Muestra de Niemeyer en Embajada del Brasil
EL GOBERNADOR ESTUVO PRESENTE EN LA INAUGURACIÓN DE LA MUESTRA DE NIEMEYER EN LA EMBAJADA DE BRASIL
El gobernador Hermes Binner participó el viernes de la inauguración de la muestra del reconocido arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, que tuvo lugar en la Embajada del Brasil en la Argentina.
Denominada “Oscar Niemeyer - Uma invenção do tempo”, la muestra puede visitarse en el Espacio Cultural de la sede diplomática, ubicada en Arroyo 1142, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Incluye fotos, gigantografías, paneles, maquetas y videos que trazan un recorrido por la extensa obra de Niemeyer, desde sus comienzos de la mano de Le Corbusier, pasando por la edificación de Brasilia y el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, entre tantas obras emblemáticas realizadas en Brasil, Francia, Argelia y otros países.
Un lugar destacado en la muestra está dedicado al Puerto de la Música, única obra proyectada para la Argentina por Niemeyer, que hoy tiene 102 años de edad. A tal fin, se montó una gran maqueta que representa lo que será el teatro, sala de exposiciones y escuela de música más relevante de la provincia de Santa Fe.
En la oportunidad, Binner estuvo junto al embajador del Brasil en Argentina, Enio Cordeiro, y a Carlos Eduardo Niemeyer, nieto del arquitecto y fotógrafo y curador de la muestra.
En el marco de la inauguración de la muestra también se proyectó un video con los detalles del emprendimiento y la explicación de su autor acerca de su concepción y funcionalidad.
Asimismo, el día anterior se realizó una actividad destinada exclusivamente a arquitectos en la cual se presentaron los alcances de la construcción del Puerto de la Música en la provincia de Santa Fe.
ACERCA DE LA OBRA PROYECTADA
El Puerto de la Música será la primera obra de Niemeyer en la Argentina. El edificio ocupará un predio de 6,5 hectáreas ubicado sobre el río Paraná a la altura de avenida Pellegrini, en la ciudad de Rosario. También albergará salas de exposiciones, una escuela de música y salas menores.
Fotos:
f1 a f3: El espacio dedicado al Puerto de la Música dentro de la muestra.
f4: Vista del ingreso de la muestra de Niemeyer.
f5: El gobernador Binner y su esposa, Silvana Codina, junto al embajador del Brasil en Argentina, Enio Cordeiro, durante la inauguración de la muestra.
Columna de Opinión en diario La Capital
¿Cómo y por qué se hacen los teatros?
"Nuestro pueblo no carece de alimentos sino de educación"
Juan Bautista Alberdi
(Jurista, político, escritor y músico)
La necesidad de disponer de un teatro surge, la mayoría de las veces, de la misma población y de sus instituciones vinculadas a las artes que, invariablemente, ya lucen notables antecedentes de tradición musical u operística. El proyecto de construir una sala teatral o de conciertos no es sino la consecuencia de muchos años de labor artística anterior. Y eso no es poco. Gloriosos teatros fueron construidos por sectores particulares vinculados a las artes y también muchos otros se erigieron por la decisión de gobernantes que vislumbraron la necesidad de encaminar a los ciudadanos hacia una propuesta cultural enriquecedora. Innumerables son los ejemplos de ambas situaciones. Veamos sólo dos. En 1792, un grupo de patricios venecianos encara la construcción de un teatro que luego sería el célebre La Fenice mientras que, en 1825, el Bolshoi moscovita se erige impulsado por la emperatriz Catalina de Rusia.
Muchas de estas joyas arquitectónicas sucumbieron en incendios o por bombardeos de las grandes guerras. Países con su economía hecha trizas reconstruyeron prontamente sus teatros. En Italia por caso, y con gran esfuerzo, lo hicieron "com’era, dov’era", es decir, como era y donde estaba.
La Fenice veneciana es ejemplo del tesón de la llamada Società dei Nobili. Se construyó debido a que el terreno donde estaba erigido el Teatro San Benedetto, uno de los 14 teatros de Venecia, fue reclamado por sus propietarios y su devolución involucró también al edificio teatral. En 18 meses la Società construye el nuevo teatro que surgirá como el Ave Fénix y llevará ese nombre: La Fenice. En su historial se registran dos incendios: en 1836 y en 1996 y dos consecuentes reconstrucciones casi totales. Pero, ¿valió la pena semejante esfuerzo? Por supuesto que sí. Basta recordar que allí Rossini y Donizetti estrenaron tres óperas cada uno, Bellini dos y las verdianas Ernani, Attila, La Traviata, Rigoletto y Simon Boccanegra, también se escucharon por primera vez en ese histórico recinto. Allí debutaron María Callas y Joan Sutherland y en los Festivales Internacionales de Música Contemporánea, se conocieron La Carrera de un Libertino, 1951; Giro de Vite, 1954 y El Ángel de Fuego, 1955, de Stravinsky, Britten y Prokófiev, respectivamente.
El Metropolitan Opera House de Nueva York tiene una historia particular. El 16 de abril de 1966 cerró definitivamente sus puertas la otrora célebre Ópera Metropolitana de Nueva York. Continuaría su trayectoria dentro del complejo Lincoln Center y en su nueva casa, construida con importantes donaciones. Alguna de ellas testimonia el agradecimiento de países europeos a los Estados Unidos por la ayuda que recibieron luego de la Segunda Guerra Mundial. A modo de ejemplo, con la de Austria se adquirieron treinta y dos arañas de cristal y sesenta y nueve apliques para la iluminación del teatro. Con la de Alemania se construyó el escenario y su equipamiento. El aporte popular fue notable. Las más modestas donaciones permitieron comprar desde un metro de barra para la sala de ensayo del cuerpo de baile hasta una butaca. Las más importantes las realizaron empresas, fundaciones o particulares de todo el país. El “Met” es un teatro que genera sus propios recursos para subsistir.
Claro que con el paso del tiempo las condiciones políticas y económicas varían y la cultura debe sobrevivir en ese mundo que ha cambiado sus reglas y que ha tratado, según mi experiencia, de soslayar al espacio cultural educativo. Con todo, los países que funcionan con visión de futuro hasta ven, en ese espacio, un rédito económico.
El llamado “mecenazgo” permite a empresas, instituciones y hasta particulares obtener desgravaciones fiscales cuando invierten dinero para proteger las artes. Con este método, Brasil en 1994 recaudó 14.5 millones de dólares, cifra que trepó a 270 millones en 2008 y que volcó a la esfera cultural. Estiman que la cantidad de empleos que les produce su Ley de Mecenazgo es de 160 por cada millón de dólares invertidos. “Esto es un 50% más de lo que crea la industria de electrónicos y un tercio más que la de automóviles, ambas tan poderosas como mecanizadas”. Así, “el Estado puede dedicar menos fondos a la cultura –ya que los cubren los de las empresas–, y dedicarse más a la salud o a la seguridad, que no tienen el glamour necesario para lograr que las compañías destinen en ellos sus fondos”, aseguró el secretario de Apoyo a la Cultura brasileño, José Alvaro Moisés. La “industria de la cultura” produce actualmente el 1% del PBI brasileño.
En Estados Unidos este sistema de exoneraciones tributarias a las donaciones, vigente desde 1917, ha motivado una sólida cultura filantrópica protagonizada incluso más por individuos que por grandes corporaciones. Se estima que casi la mitad de los ingresos de las organizaciones artísticas sin fines de lucro provinieron de personas (31%), empresas (3%) o fundaciones privadas (9%). Sólo el 13% corresponde al presupuesto estatal. El resto proviene del dinero recaudado al público asistente.
En Argentina existió un proyecto de ley en el 2001 que fue sancionado y vetado luego por Duhalde. Macri anuncia en mayo de 2009, la puesta en marcha de una ley de fomento de la participación privada en la promoción de la cultura en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dicha ley permite que los tributantes al impuesto sobre los ingresos brutos puedan destinar una pequeña parte de ese gravamen a un proyecto cultural que previamente se les da a conocer. Se trata sólo de un redireccionamiento sin quita alguna del dinero a tributar. Mientras tanto, la ley nacional duerme, como tantas otras, el más profundo de los sueños.
Viene al caso comentar la decisión del gobierno de la provincia de Santa Fe de construir un espacio cultural llamado Puerto de la Música en la ciudad de Rosario. Si se considera a la cultura como gasto ocupa entonces uno de los primeros lugares por donde debe pasar el recorte presupuestario. A la luz de lo relatado, esa apreciación dista mucho de la realidad. En mi opinión, debe entenderse que una sala capaz de albergar manifestaciones artísticas es comparable a un centro de enseñanza. En ese aspecto –y en tantos otros– hemos sufrido pérdidas debido a la autóctona insensatez. Recuérdese que en Rosario se demolió el Teatro Colón que estaba situado en Corrientes y Urquiza y que el Teatro de la Opera no sucumbió porque una benemérita institución lo compró cuando ya su derrumbamiento era un hecho. Gracias a ella tenemos hoy el Teatro El Círculo, nombre que toma de la Asociación que, sabiamente, lo adquirió. Por otra parte, Rosario tiene, entre otras instituciones culturales, una Orquesta Sinfónica Provincial y un Coro Estable vocacional, que perdura sin subvenciones ni fines de lucro y es de los mejores –sino el mejor– del país. Me pregunto si no merecen acceder a un ámbito particular para sus ensayos o actuaciones.
Las razones que se esgrimen oponiéndose a la construcción de esa sala permiten conjeturar que quienes las vierten no se han informado correctamente sobre el tema. Si previamente debemos solucionar la inseguridad –a la que se dejó avanzar– o bien se continúa desplegando la artificiosa muletilla de que “falta algodón en los hospitales”, es probable que nunca estemos en condiciones de hacer nada. En mi opinión, el asunto es al revés. Sólo si la población se educa puede mejorar. Así de simple.
(*) Las opiniones vertidas en este artículo no necesariamente deben coincidir con las de la Fundación Puerto de la Música que integro.
dr_miguelmancino@yahoo.com.ar
Fuente: Diario La Capital (Rosario)
http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2010/6/edicion_603/contenidos/noticia_5000.html
viernes, 25 de junio de 2010
Carta de Lectores en diario La Capital
Muchos y variados acontecimientos de los últimos tiempos me obligan a recordar aquellas inquietantes palabras de uno de los más tristemente célebres jerarcas nazis: “Cuando escucho la palabra cultura, me dan ganas de sacar una pistola”. La mayoría de quienes nos interesamos en las actividades culturales somos frecuentemente tildados como gente de derecha. Las efectividades conducentes demuestran, en forma por demás fehaciente, que la verdad es casualmente la contraria. Son quienes se oponen sistemáticamente a la cultura y a las actividades culturales quienes han hecho de nuestro país uno de los más criticados a nivel mundial por dicha tendencia: la derecha nacional, con la Iglesia y los militares de la mano y a la cabeza (prohibición de la enseñanza del psicoanálisis, cierre de la Escuela de Bibliotecología, apropiación de La Vigil, etcétera, entre otras muchas barbaridades). La auténtica izquierda ha sido históricamente la que determinó el crecimiento educativo y cultural de nuestro país. Quienes se oponen a este tan importante y trascendente proyecto cultural, que es el Puerto de la Música, por carecer de argumentos, hacen hincapié en los costos. Me adelanto a aclarar que del costo estimado de la obra (unos 40 millones), el Estado sólo aportaría 20 millones ya que de la otra mitad se haría cargo una fundación creada al efecto. Por otra parte, resulta por demás curioso que esta preocupación por los costos no se manifiesta también hacia los incontables y auténticos proyectos faraónicos del gobierno nacional. Son tantos que me limito a destacar sólo uno: el tren o tranvía de Puerto Madero. Siendo presidente Néstor Kirchner inauguró en el año 2007 dicho tren, para la gente del elitista Puerto Madero, a un costo inicial de 47 millones de pesos y con un gasto anual medido en cientos de miles de euros. Por distintas y variadas razones, en dicho tren no viaja casi nadie y a esta altura de los acontecimientos, el gobierno nacional debe cuotas atrasadas por un valor de más de 25 millones. Es decir, se ha invertido una cifra astronómica en euros en algo que nunca funcionó y que estuvo dedicado, desde un comienzo, a una actividad puramente elitista: la gente de Puerto Madero. Mucho me gustaría que alguien me explique tamaño desatino. Mi pregunta es sencilla, y espero una respuesta sencilla: ¿Por qué sí al tren elitista de Puerto Madero (47 millones), y por qué no a la cultura popular del Puerto de la Música (20 millones)?
Cristián Hernández Larguía,
LE 3.687.935
Fuente: Diario La Capital (Rosario, Prov. de Santa Fe)
http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2010/6/edicion_601/contenidos/noticia_5030.html
Comunicado del Sindicato de Músicos
COMUNICADO DE PRENSA
*Por tener un compromiso con la cultura de la ciudad y por asumir con orgullo el desafío permanente de construir mejores escenarios para el desarrollo profesional de los músicos, el Sindicato de Músicos de Rosario recibe con alegría y una enorme responsabilidad la llegada del Puerto de la Música a Rosario.*
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Ante la información aparecida en medios de prensa el pasado domingo 20 de Junio, mediante la cual el Gobierno de la Provincia de Santa Fe comunica el comienzo de la licitación para la construcción en la ciudad de Rosario del Puerto de la Música, el Sindicato de Músicos de Rosario desea hacer las siguientes consideraciones:
*1.* El proyecto Puerto de la Música retoma la tradición rosarina que en 1904 se inicia con la inauguración del Teatro de la Ópera (más tarde Teatro El Círculo), tendiente a dotar a la ciudad de un espacio adecuado para la práctica musical, el teatro, la danza y la ópera, siguiendo los criterios constructivos de la época.
*2.* Con esta obra, Rosario actualiza su oferta en materia de infraestructura cultural colocándose a la altura de las ciudades más importantes del mundo, mejorando sustancialmente su competitividad, poniéndose en condiciones de acceder a las grandes agendas internacionales del espectáculo.
*3.* Constituye a criterio de esta organización sindical el espacio ideal para la puesta en valor de la gran producción musical de Rosario y su región, bastamente reconocida a nivel nacional e internacional, en todos los géneros musicales que van desde lo popular a lo clásico.
*4.* El Puerto de la Música implica no sólo un gran auditorio al que llegarán figuras destacadas que serán del agrado del público en general, sino que además constituye una oferta de espacios de actuación de menor tamaño acorde con las posibilidades de propuestas musicales de jóvenes artistas locales.
*5.* La inclusión de espacios dedicados a una escuela de música también lleva a pensar que las posibilidades de formación profesional como así también de perfeccionamiento, nos remitirán a los mejores tiempos de la educación rosarina expresada en las escuelas de los grandes maestros de la música popular y en los institutos de la universidad, el municipio y la provincia.
Deseamos también hacer públicas otras consideraciones entendiendo que el proceso que se avecina en torno a esta obra no será una tarea sencilla:
*1.* La experiencia local y la internacional demuestran que este tipo de emprendimientos son producto de varias gestiones de gobierno. En este caso, habrá un gobierno provincial que inaugure la estructura de hormigón y otro que inaugure la obra definitiva. Sería aconsejable tomar esta situación como una verdadera oportunidad para no repetir errores del pasado.
*2.* Entre los "errores del pasado", debemos mencionar el caso del Monumento Nacional a la Bandera. Esta obra orgullo de todos los rosarinos fue construída entre 1943 y 1955, período del gobierno democrático de Juan Domingo Perón, quien no pudo inaugurarla por la desgraciada irrupción de la "Revolución fusiladora" encabezada por los dictadores genocidas Aramburu y Rojas.
*3.* Otro "error" repetido ha sido el no cumplimiento de los plazos previstos. El Anfiteatro municipal, el recordado "monumento al pozo" de la proyectada Asistencia Pública (actual CEMA), sin olvidar Yacyretá o la Biblioteca Nacional, son experiencias lamentables que no debemos repetir.
*4.* Por el contrario. Cuando el Estado Provincial ofreció desgravaciones impositivas a la General Motors para lograr su instalación en las proximidades de Rosario, nadie pensó que con esos fondos comprometidos debía mejorarse la educación, la salud o la seguridad y los plazos se cumplieron inexorablemente. Cientos de obreros trabajando actualmente y una sostenida producción, son el mejor premio a la eficiencia.
*5.* Por último, y tal como lo señalara la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner (23/JUNIO/2010), otro gran "error" es "la costumbre de poner palos en la rueda". El mejor rol opositor será el de hacer un seguimiento estricto en el cumplimiento de los plazos, las asignaciones de partidas presupuestarias, la transparencia en la gestión de la obra y el modelo de gestión futura de este Puerto de la Música.
Por todo lo expuesto, por tener un compromiso con la cultura de la ciudad y por asumir con orgullo el desafío permanente de construir mejores escenarios para el desarrollo profesional de los músicos, el Sindicato de Músicos de Rosario recibe con alegría y una enorme responsabilidad la llegada del Puerto de la Música a Rosario.
*La Comisión Directiva*
*Sindicato de Músicos de Rosario.* J. M. Rosas 1411, Rosario, Argentina.
Tel: (54 341) 421 7050 / 424 4690
http://www.musicosderosario.org.ar/ Newsletter 30
miércoles, 16 de junio de 2010
Nota en el diario La Capital
18/05/10
El gobernador Hermes Binner firmó ayer un convenio de cesión de tierras con autoridades del Enapro y de Terminal Puerto Rosario.
La obra del Puerto de la Música ya tiene fecha de inicio a fin de año
Por Eugenia Langone /
El ambicioso proyecto del Puerto de
El anuncio se hizo ayer en el Salón Blanco de la sede local de Gobernación, donde la provincia,
Binner insistió en que es una obra “importantísima para que Rosario siga creciendo” y respondió a ciertos cuestionamientos diciendo que “cuando se comenzó el nuevo Clemente Alvarez las críticas también fueron duras y, pese a eso, el hospital se terminó, se equipó y hoy es el mejor de
Entrega progresiva. Con la firma del convenio, que suscribieron el gobernador, el presidente del Enapro, Pablo Ferrés, y el titular de Terminal Puerto Rosario, Gustavo Shanahan, la provincia recibió “simbólicamente” las más de
La terminal, que como parte del acuerdo recibió otros terrenos ubicados más al sur, comenzará a desocupar el espacio el 20 de junio con el llamado a licitación y las
Binner sostuvo que por tratarse de un proyecto presupuestado en unos 40 millones de dólares, las obras “se realizará en etapas” que se definirán a medida que se ajusten los cálculos.
Además se prevé un edificio de exposiciones y restaurante, otro espacio para la administración y un estacionamiento para mil vehículos.
Mientras la obra se va perfilando se seguirá trabajando, según indicó el propio gobernador, en “incentivar las donaciones” a través de
Fuente: Diario La Capital (Rosario), 18 de junio de 2010,
http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2010/05/18/noticia_0001.html
martes, 15 de junio de 2010
lunes, 14 de junio de 2010
Carta de Lectores en diario La Capital
Una nueva oportunidad
Fuente: Diario La Capital (Rosario), 13/06/10, http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2010/6/edicion_591/contenidos/noticia_5460.html
viernes, 11 de junio de 2010
jueves, 10 de junio de 2010
Carta de Lectores en diario La Capital
Anticultura y Puerto de la Música
Dado que considero que el Puerto de la Música es, por ahora, un proyecto, algo del futuro, hablaré de un caso similar, una obra ya realizada, cosa del pasado y que no vacilo en calificar como un "monumento a la estupidez", resultado de la miopía de un grupo de rosarinos: me refiero al Parque de España. Lo que hoy los habitantes de esta ciudad, y quienes la visitan, pueden apreciar y conocen como "Complejo Cultural Parque de España", deben considerar que éste es sólo una fracción del proyecto inicial. Originalmente, de haberse concretado dicha obra, se hubiera constituido en la inversión cultural más importante realizada jamás por el gobierno de España fuera de su territorio, y ésta se hubiera llevado a cabo en nuestra ciudad de Rosario. Entre todas las atracciones de carácter científico y cultural de este Complejo, debemos destacar el hecho de que hubiera existido en nuestra ciudad, a nivel mundial, el único "clon" del Archivo de Indias. Ya iniciado el proyecto un grupo de rosarinos, con el sin par Evaristo Monti a la cabeza, inició una campaña en contra de la realización de la obra, donde se llegaron a decir cosas muy absurdas y ridículas: "¿Cómo es posible que se ceda parte del territorio patrio a una potencia extranjera?", como si España viniera a instalar una base naval en las costas del Paraná. Tal desatino y estupidez alcanzó un grado de virulencia importante, lo que determinó que el gobierno hispano se hartara, y decidiera construir sólo una fracción del proyecto original. Dejemos de lado los beneficios culturales y científicos —nuestros cartagineses locales son insensibles, miopes mentales y no están interesados en estas cosas del espíritu—. Hablemos entonces de las efectividades conducentes: éstas están a la vista, y no debemos forzar la imaginación para llegar a la conclusión que el Complejo hubiera tenido, para empezar, un atractivo turístico de nivel internacional, por su importancia arquitectónico-urbanística, con todos los beneficios financieros que trae aparejada esa actividad turística. Por otra parte, pensemos en los investigadores de toda América que hubieran llegado a instalarse en la ciudad, a realizar estudios en el citado Archivo, que también, considerado desde un punto de vista estrictamente práctico, hubiera significado una importante fuente de divisas para el comercio local y por ende para la ciudad toda: los investigadores también comen, deben alojarse, etcétera. Que no vaya a suceder algo similar con el Puerto de la Música. Ya tropezamos una vez, y sabemos donde está la piedra.
Cristián Hernández Larguía
Fuente: Diario LA CAPITAL (Rosario), 10 de junio de 2010, http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2010/6/edicion_588/contenidos/noticia_5176.html