Puerto de la Música

Puerto de la Música
Así se verá desde el río Paraná

viernes, 25 de junio de 2010

Carta de Lectores en diario La Capital

Por qué sí y por qué no

Muchos y variados acontecimientos de los últimos tiempos me obligan a recordar aquellas inquietantes palabras de uno de los más tristemente célebres jerarcas nazis: “Cuando escucho la palabra cultura, me dan ganas de sacar una pistola”. La mayoría de quienes nos interesamos en las actividades culturales somos frecuentemente tildados como gente de derecha. Las efectividades conducentes demuestran, en forma por demás fehaciente, que la verdad es casualmente la contraria. Son quienes se oponen sistemáticamente a la cultura y a las actividades culturales quienes han hecho de nuestro país uno de los más criticados a nivel mundial por dicha tendencia: la derecha nacional, con la Iglesia y los militares de la mano y a la cabeza (prohibición de la enseñanza del psicoanálisis, cierre de la Escuela de Bibliotecología, apropiación de La Vigil, etcétera, entre otras muchas barbaridades). La auténtica izquierda ha sido históricamente la que determinó el crecimiento educativo y cultural de nuestro país. Quienes se oponen a este tan importante y trascendente proyecto cultural, que es el Puerto de la Música, por carecer de argumentos, hacen hincapié en los costos. Me adelanto a aclarar que del costo estimado de la obra (unos 40 millones), el Estado sólo aportaría 20 millones ya que de la otra mitad se haría cargo una fundación creada al efecto. Por otra parte, resulta por demás curioso que esta preocupación por los costos no se manifiesta también hacia los incontables y auténticos proyectos faraónicos del gobierno nacional. Son tantos que me limito a destacar sólo uno: el tren o tranvía de Puerto Madero. Siendo presidente Néstor Kirchner inauguró en el año 2007 dicho tren, para la gente del elitista Puerto Madero, a un costo inicial de 47 millones de pesos y con un gasto anual medido en cientos de miles de euros. Por distintas y variadas razones, en dicho tren no viaja casi nadie y a esta altura de los acontecimientos, el gobierno nacional debe cuotas atrasadas por un valor de más de 25 millones. Es decir, se ha invertido una cifra astronómica en euros en algo que nunca funcionó y que estuvo dedicado, desde un comienzo, a una actividad puramente elitista: la gente de Puerto Madero. Mucho me gustaría que alguien me explique tamaño desatino. Mi pregunta es sencilla, y espero una respuesta sencilla: ¿Por qué sí al tren elitista de Puerto Madero (47 millones), y por qué no a la cultura popular del Puerto de la Música (20 millones)?

Cristián Hernández Larguía,
LE 3.687.935

Fuente: Diario La Capital (Rosario, Prov. de Santa Fe)
http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2010/6/edicion_601/contenidos/noticia_5030.html

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